Hemos esperado muchas veces cosas que realmente tal vez no son las indicadas para nosotros, pero la curiosidad es mayor que todo lo de más, es algo que logra ganarnos y no tenemos control de nosotros mismos. No logramos darnos cuenta que ese porvenir puede ser malo, puede hacernos daño, de diferentes maneras, tal vez no al instante, pero luego de un tiempo nos damos cuenta que estuvo mal, que no debimos haberlo hecho. Que no debimos haberlo esperado.